Este códice manuscrito en pergamino ha sobrevivido a 900 años de nuestra convulsa historia. Dentro de 9 siglos ¿Qué llegará de la documentación que generamos hoy?
Sabemos que el 90% de los documentos digitales se perderá, la mayoría de ellos no llegarán a nuestros hijos. La fragilidad de los soportes, la inflación de documentos y la acelerada vida empresarial, obliga a dejar de lado la labor de conservación. El día a día devora el pasado y el futuro.
Un aspecto fundamental de nuestro trabajo como gestores de información es planificar la conservación de los documentos. Cuando realizamos un proyecto, la preservación de los documentos es uno de los puntos cruciales, que no debemos dejar de lado, por más que nuestro cliente se centre en el corto plazo y no quiera ni oír hablar de ello.
La creación de calendarios de conservación y su cumplimiento, es imprescindible para una buena gestión documental. Aunque el soporte digital permita un almacenamiento barato, no hay que guardarlo todo, es necesario eliminar aquello que no sirve y conservar solo lo necesario, utilizando formatos y soportes que aseguren su lectura con el paso del tiempo.
Es necesario planificar con un criterio riguroso la selección de los documentos en los que invertiremos recursos para su conservación y posterior recuperación. Eliminar el miedo de los empresarios a destruir para contribuir a la creación de una cultura de expurgo controlado de documentos, por aquello de que conservar todo = a no conservar nada.
Vale
Edición sostenible pensada para leer en pantalla. Si lo imprimes, hazlo a doble cara.
Muy interesante, sigue así
Muchas gracias Pablo, espero seguir contando con tus comentarios